Hay médicos que hablan ya de ella como Posh-itis y nos alertan de las consecuencias de ser demasiado fashionistas, la tendencia de imitar a algunas celebrities con bolsos de tamaño XL y por supuesto con tacones de vértigo trae consigo una problemática bastante preocupante.
El bolso es por excelencia el complemento favorito de toda mujer, pero pese a su funcionalidad, se convertirá en nuestro peor enemigo para la columna cuando excedan de peso, provocando dolores musculares, cambios posturales y si su uso se prolonga en el tiempo pueden ser la causa de una hernia discal.
Pasear por la ciudad con el bolso cargado de peso repercutirá directamente sobre nuestra columna vertebral y si sumamos altísimos tacones no hará más que añadir presión a la postura.
Para evitar lo anteriormente citado aquí os expongo un decálogo a seguir muy sencillo y de gran utilidad:
1. Parece obvio pero reducir el tamaño del bolso es fundamental, llevar solo lo indispensable reportará increíbles beneficios a nuestro cuerpo.
2. No lleves la casa a cuestas, renuncia a todo el peso que puedas, aligera tu bolso y notarás como se reduce el estrés de la columna y se minimizan los problemas posturales que afectan principalmente a cuello, hombro y espalda.
3. Coloca los objetos de mayor peso y tamaño en el fondo: tras la revisión de varios estudios se puede afirmar que cuanto más abajo estén dichos objetos menor será la problemática postural.
4. Usa bolsos de dos asas o bandoleras: así se equilibrará el peso sobre nuestra espalda y de ésta manera el cuello sufrirá mucho menos.
5. Mantén el peso lo más cerca posible del cuerpo: así reduciremos el riesgo de lesiones y el estrés de los músculos espinales.
Y aquí finaliza ésta pequeña guía de útiles consejos a seguir, espero que os sirva de ayuda y lo pongáis cuanto antes en práctica.